Una vez leída y reflexionada la unidad, personal o en grupos (on-line) te invitamos a pensar y responder a esta pregunta:
- ¿Qué podés aportar, desde tu vocación, a acrecentar este diálogo entre la Iglesia y el mundo? Pensá cinco actitudes que te propondrías asumir.
Yo puedo aportar al mundo los dones que el Espíritu me confirió y sintetizados en 5 actitudes podrían ser las siguientes:
1- La formación de mis hermanos en los ámbitos socio-eclesial
2- El acompañamiento en proyectos de forestación y tratamiento de desechos orgánicos, por medio del uso de factores biológicos descomponedores.
3- Aportar mis conocimientos en el campo de la medicina al servicio de las comunidades con conceptos básicos y prácticos.
4- Fomentando una verdadera conciencia del uso de recursos. Para generar en ellos una conciencia mas madura sobre el buen uso y eficacia de los mismos. A su vez compartir ideas de como estos pueden ser transformados y reutilizados para el beneficio de los que menos tienen.
5-Aportar la importancia del deporte en la vida de las personas tanto física como psicológicamente. Para poder mantener una mejor salud.